Es la primera vez que viajaré
a la región de Ucayali, tengo muchas ganas conocer esta ciudad; prolongada
desde mucho tiempo atrás y ahora me veo emocionado lo que sería esta nueva
aventura que está por comenzar.¡La ruta es parte del viaje! me dirijo
rumbo a la selva tropical del paraíso amazónico lleno de alegría rodeado
completamente de color verde. El pueblo de Aguaytía nos da la
bienvenida con su belleza paradisiaca imponiéndose sus costumbres
tradicionales.
El monumental puente de
Aguaytía, cataratas y el clima son parte de la travesía; sin duda este lugar
enamora. Las personas aquí se identifican con su naturaleza, consideran que es
una fuente de inspiración para el arte, cocina y cultura popular. Después de 23
horas sentado en el bus travesamos la carretera Jorge Basadre hasta llegar la
tierra de la región Ucayali.
La tierra colorada nos recibió
con un fenomenal ocaso del sol y un clima palpitante que esconde la amazonia
peruana. Subí en un “motocarro” para dirigirme a mi destino y en
ello encontré una armonía en sus habitantes de esta ciudad que los acoge.
Algunos Jóvenes practican “skater” en medio de su remozada plaza de armas; junto
a ello se aprecia una enorme catedral moderna, que para muchos es un símbolo de
la fe católica; en especial de su santo patrón de “San Juan”. Estoy
rodeado de turistas que también viene a pasarla paja este fin de
semana. Mis amigas Mariel y Tamara me saludaron cordialmente. Mientras tanto
con cámara fotográfica en mano capturaba momentos simbólicos.
El “Wasap” hoy en
día se ha vuelto una herramienta útil donde puedes estar en comunicación
constante. Markus, un buen amigo que había conocido en la ciudad norteña de
Chimbote en evento jurídico, él es una de las personas muy conocedor, instruido
y sobre todo tiene mucha ocurrencia con un buen sentido del humor. Fue él que
me indicaba los lugares donde podría hacer turismo interno, además de ello no
creía que había venido de un momento imprevisto. ya eran las 9 de la noche se
escuchó los enormes juegos artificiales que vislumbraba en todo el cielo
amazónico, cuyo espectáculo fue visto desde mi ventana donde solía estar
hospedado.
Quedamos reunirnos con Tamara para
salir a comer un toque cerca a la plazuela, luego fuimos a
conocer la ciudad con dirección al campo ferial del distrito de Yarina.
conversaba entusiasmadamente en un buen momento célebre. Llegamos al campo
invadidos con el tráfico de los “motocarristas” y el tumulto de los
asistentes que solían hacer largas colas para ser parte de la “Verdadera
Fiesta de San Juan” con el eslogan “ruge otorongo” (..) sin antes de
ello fuimos a pasar unas previas en la discoteca “Roja”; ¡retornamos! la
diversión estaba por empezar con la animación del cantante de la cumbia popular
peruano “El Lobo y la Sociedad Privada” entre sus temas
conocidos: “Necesito un amor” “juraste amarme” “pañuelo de lágrimas” “te
he visto llorar” entre otros temas que le llevó a la fama. Sin duda se ha
convertido un icono más de la cumbia popular.
Lo peculiar es que todos
bailaban al ritmo de la cerveza “San Juan” una bebida emblema de la
región ucayalina. ¡En hora buena! Se diseñó un espacio para los
jóvenes amantes de la música electrónica; el dj amenizó el sonido de
los parlantes con un mix del reciente DJ fallecido Avicii hizo
que la juventud se empile hasta gozar con el vaivén de sus pies.
La noche era para descansar
¿decían? pues me di un aventón a la reunión de amigos en la casa de
Igor. Que por cierto solían estar reunidos en el jardín de su casa compartiendo
agradables momentos en la compañía de Jerry y Delfín; son de las personas;
alegre, amable y hospitalaria. En el grupo estábamos empilado que
conversábamos temas del “más allá” que por unanimidad coincidíamos
mundo no estamos realmente solos; afirmando que hay existencia en una dimensión
desconocida; este tema en común muy tocado por Igor; resulta un enigma para el
mundo en el que vivimos. fue una conversación que duró horas y horas hasta al
amanecer.
Después de una noche agotador
había amanecido el día 24 de junio y esto pareciera recien empezar. ya en el
mediodía en compañía de mis amigas pucallpinas Juliana, Mariel y
Tamara en el día central de San Juan dedicamos un día completo a
un lugar ecológico y mágico y nos referimos al distrito de Yarinacocha junto
a su antigua “Plaza el Reloj” En estos cuadrados del monumento
central retrata los diferentes pasajes históricos de la vida amazónica en
especial de la región ucayalina.
Aquí se conoce muy de cerca la
vida tropical. Cruzamos un puente de madera, un centenar de pucallpinos
conmovido en el día central de “San Juan” soportando el sol radiante
de 30 grados de temperatura. Se oye a viva voz el cantico del público asistente
al ritmo de la “Orquesta Caribeños de Guadalupe” y ¡si vienes!
encuentras fiestas a cada paso que vas. Sigues caminando encuentras platos
típicos regionales como la cecina, tacacho que por cierto tenía ganas
de degustar, “juanes” símbolo tradicional amazónico preparado por mi
amiga Mariel; una amiga que sin duda sabe ¡preparar! y tiene futuro para este
arte culinario. Este potaje exótico se prepara a base de arroz con huevo y
gallina envuelto de hojas de plátanos.
Después de tanta vuelta de
Tamara, la guía turística literalmente buscaba un buen servicio para abordar al
barco de “don Julián” fue ella misma que me invitó “sidra” una
fruta parecido a la lima o limón, saborea con sal porque si no los dientes
quedaran atónitos por lo agrio que resulta. Subimos lentamente al barco; un
paraíso de agua en medio de la amazonia. ¡Efectivamente vale la pena! si
estas entre risas y carcajadas con Tamara y Juliana recordando las anécdotas
que algún día fue el viaje en la ciudad de Cusco, vaya una historia llena de
vivencias que se recordará una vez y otra.
La Laguna de
Yarinacocha” es uno de los lugares y atractivos turísticos más importante
de Pucallpa, tiene alrededor de 27 a 37 kilómetros de longitud; no es una
laguna natural ya que lo abastece el rio Ucayali; pero se puede navegar en
balsa o alquilar motos acuáticas. Lo más interesante es el delfín, por lo
menos yo no tuve suerte por ese día.
Don Julián manifiesta
que: “el 70 % de la economía de Pucallpa se basa en comercialización de la
madera; ya que se exporta algunos países europeos y asiáticos. Pese que está
encaminado a una ciudad moderna; pero la otra cara de la moneda la pobreza
sigue ahí, en algunos centros comunitarios no cuentan con agua potable. Es una
de las dificultades; que tiene las familias que viven en ella desde tiempos
ancestrales y en época de invierno estas viviendas son amenazadas debido a su
alto cauce del rio Ucayali”
Alrededor de la Laguna hay muchas
paradas por hacer, desde pueblos nativos hasta alberges donde uno se baja para
almorzar y dar una pequeña pausa para contemplar el magnífico atardecer y
quedarse impactado de tanta belleza. Precisamente otros lugares tienes
bungalós, minizoológicos y opciones para practicar un deporte náutico. Aquí uno
aprovecha para conectarse con la naturaleza a medida que la ruta del barco de
“don Julián” nos dirigía a “La Costa de Ucayali” y “La Jungla.
Algunos lugareños cuentan la
leyenda de “Ayacumama” es un ser de aproximadamente 50 metros de largo que
resulta una anaconda que cuida los ríos, lagos y lagunas de todas las amazonas;
sobre todo su flora y fauna. Agregó “Don Julián”.
El cielo se puso gris de
pronto, sentía caer grandes gotas de lluvias que salpicaban la berma de la
carretera con el pasar de los transportes. cuando caminábamos se observa una
feria en media de la pista que vendían artesanías, ropas, llaveros y otros productos
traído de la capital limeña.
Ya en la noche el buen
amigo Jerry, tacneño de nacimiento y pucallpino de corazón comenta su
admiración por esta ciudad afirma que, en estos últimos años, la ciudad ha ido
creciendo progresivamente en beneficio de la economía de la región. En el
trayecto fuimos a conocer el mall de Open Plaza tiendas como Ripley,
Tottus, Plaza Vea, Oeschle, pues nada que envidiar. Agregó que la
inseguridad es un problema que aqueja a la sociedad en conjunto y las
autoridades han restado importancia.
Era la última noche, un fin de
semana alucinante, otra vez en el campo ferial de Yarina. El
cielo selvático es sabor a cumbia, esto tenía que terminar bien paja, la
pasamos ¡bomba! en la zona vip con el gran amigo Markus, Ángel y su brother. Si
algo sobraba aquí era la alegría y hartas chelas; bailamos al son de
la “Orquesta Papillón” la del rico vacilón; este grupo sí que la
saben armar la juerga. toda la gente la pasó bravaso.
Finalmente estaba muy fatigado
con mi mochila entre los hombros y las gafas puestas, caminando pausadamente
por el bulevar Tacna dejando huellas de la “Estación de Jorab”. Aproveche
el poco tiempo que tenia para visitar los mercados y llevar todo lo que se me
apetecía. Me voy muy conforme con esta corta travesía. La tristeza se apodera
de los momentos más nostálgicos. Me despedí de todos mis amigos a través
del wasap. Este viaje a Pucallpa deja una alegría inmensa, me siento
afortunado de irme y saber que algún día volveré; porque lo que uno guarda son
historias para contar y darle sentido a la vida y comprender que el viajar es
la respuesta y no la interrogante.
¡Como me vine, me fui! de
esta bendita tierra colorada que tiene “todo en solo lugar” naturaleza,
gastronomía y su gente feliz. Vaya que si valió la pena cada minuto del viaje debo
afirmar que Pucallpa es un lugar mágico, si vienes ¡déjate! atrapar
por las energías positivas de este maravilloso lugar rodeado de tanta
naturaleza en medio del paraíso amazónico que guarda un enigma por descubrir.
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